Las
grietas después del sismo
Ya los tiene en su
vitrina
después de los
temblores,
empuñando sus honores
va en silencio la Catrina.
empuñando sus honores
va en silencio la Catrina.
Se ha llevado
pretensiones
de ambiciosos y
vulgares,
que “gobernaban”
lugares
de malas reputaciones
y pésimas
construcciones.
Porque la Calaca encontró
muchas inconsistencias,
entre permisos y
residencias,
jacuzzis y
pertenencias,
y miles de
incidencias
la Huesuda escavó.
Pero la Muerte frenó
ante desbordada
vehemencia,
de solidaridad y resistencia
que la sociedad
empuñó.
De los jóvenes decía
que era más su apatía
y que poco esperaría.
Del susto gritó
maldiciones
al verlos en manadas,
comunicados con
llamadas,
tuits y
publicaciones.
La Catrina y su omnipresencia
se encuentra hasta en
el viento,
presume su indecencia
en el año más
violento.
Con aliados
infalibles,
corruptos y corruptibles
que hacen el trabajo
sucio
de corbata y con
mandiles.
Así nos acontece
entre la muerte y la
vida,
no hay de otra parece
que burlarnos de la
muerte,
y dejarnos a la
suerte
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